Todos pasamos por aquí cuando emprendemos nuestro viaje de crecimiento interior y la razón es muy sencilla: cuando despiertas al camino espiritual todavía estás vibrando en la dualidad y lo más compatible a nivel energético, en ese momento de tu vida, es irse a la polaridad contraria, aunque te parezca inverosímil. No hay nada malo en ello, ni vamos a culpabilizarnos por haber vivido alguno de estos errores, lo perjudicial para tu desarrollo personal sería quedarte <<ahí>> demasiado tiempo o negarlo por orgullo.

Al principio queremos correr durante el proceso, salir del estado “dormido” cuanto antes y borrar todo vestigio de lo que éramos de un plumazo como si fuera una vergüenza haber pertenecido al grupo de los “humanos inconscientes”. Tu corazón está vibrando de emoción porque ¡¡por fin le has escuchado!! Quizás él sí está preparado para ese nuevo camino pero no estarías teniendo en cuenta que tu cuerpo y tu mente necesitan de un proceso de re-estructuración y maduración más lento. Somos un ser holístico, no lo deberíamos olvidar.

Si somos honestos y hacemos un buen autoanálisis llegaremos a la conclusión que hemos estado atrapados por uno o varios de estos errores. Reconocerlo sin culparte o sentirte ofendido sería la clave para poder salir de la realidad ilusoria que habrías creado sin darte cuenta. 

A continuación desarrollamos nueve errores, pero hay muchos más:

De algún modo los conocimientos adquiridos durante tu despertar espiritual te habrían llevado a sentirte distinto al resto de personas “no espirituales”. Como te sientes  un “ser iluminado” te compadeces de ellas. Prefieres estar solo con personas que te entiendan o corroboren tu elección de vida. El no interactuar con otras personas que piensan diferente a ti solo contribuye a la radicalización de tu pensamiento.

 ¿Por qué necesitas que afirmen o apoyen tu modo de vida? ¿Podemos encontrar temas en común que nos ayuden a pasar buenos momentos? Si uno está seguro de lo que está haciendo no debería temer estar con personas diferentes (siempre y cuando estas personas sean amables contigo y no te falten al respeto, no se trata de ser sumiso si no de ser empático) Tú también pasaste por ahí así que no hay nada de inferior o superior durante el proceso de despertar espiritual.

Por propia experiencia sabemos que este es un error que pasa cuando estás creciendo interiormente. Tu sensibilidad acrecentada te hace insoportable estar en trabajos poco gratificantes o estudiando algo que no parece muy “espiritual” Abandonarlos sin un análisis previo de tu realidad concreta podría ser muy perjudicial, conduciéndote a la ruina económica  o la desorientación. 

Antes de tomar una decisión tan drástica como esta, podrías hacer un autoanálisis con  preguntas como:

¿Qué fuente de dinero tengo para vivir si dejo mi trabajo? ¿He realizado un estudio de mercado para saber si mi nueva actividad tiene demanda o encaja con la zona geográfica en la que vivo? ¿Qué me llevó a elegir la carrera que estoy estudiando? ¿Estoy seguro que elegí mal? ¿Por qué? ¿Como sé que estos estudios no me aportarán algo de valor en un futuro?

Si después de hacer una buena reflexión y meditación todavía sientes que debes hacer un cambio pues entonces sí sería el momento. Pero nunca debes olvidar tu realidad, y no comprar  la fantasía que venden algunos métodos espirituales en los que te aseguran que “cierta deidad” te va a proteger y te dará todo. 

Hay que vivir la espiritualidad con sentido común.

Es cierto que comenzar a meditar o hacer ciertas prácticas espirituales acrecienta tu psiquismo. Puedes percibir sensaciones extrañas que te hagan tener síntomas  a nivel psicológico, emocional e incluso físico.

La falta de conocimiento de nuestro aparato psíquico acarrea que cojamos miedo o fobias a ciertos lugares o personas.  

Clasificamos todo de “vibra bajo” o “vibra alto” o esto es “malo” o “bueno” y pasamos por alto que estas sensaciones van más allá de nuestro análisis mental  sesgado.

Tenemos que conocer en profundidad nuestro esquema psíquico repetitivo para que no nos asustemos, podamos elevar nuestro estado vibratorio  y así consigamos estar en cualquier ambiente sin temor a sentirnos atacados por la mala onda de una persona o la baja vibración de un lugar geográfico. 

Cuando una persona siente que ha accedido a todo un mundo de riqueza interior puede caer en la obsesión, sobre todo si ciertas enseñanzas te inclinan a pensar así o sutilmente envían ese mensaje a tu mente.

Tomar tiempo para ti es muy bueno pero aislarse no es la solución. Estar solo todo el tiempo te hace evadirte de la realidad.

¿Por qué rechazo este mundo? ¿No se supone que si estoy en este mundo es porque puedo hacer algo dentro de él para ayudar a otras personas? ¿Qué me hace querer irme de aquí? ¿Por qué pienso que otro lugar es mejor que este? ¿Cómo sé que en ese mundo que me ofrecen mis nuevas creencias espirituales seré realmente libre? ¿En qué consiste la libertad para mí?


Cuando sabes que la salud integral pasa por cuerpo + mente + corazón es lógico que sientas que debes cambiar tus hábitos de vida, hacer ejercicio, dormir bien, evitar alimentos o bebidas que dañan tu organismo pero en el balance está la clave. Obsesionarte con erradicar un componente químico de tu dieta o pasarte horas sin comer sin un entrenamiento previo porque has leído que puedes vivir del sol o con agua de mar no beneficia a tu bienestar holístico.

Un cambio de hábito radical podría ser perjudicial. Dale tiempo a tu cuerpo para hacer los ajustes necesarios. Es mejor pequeños cambios  sostenidos durante  tiempo que un gran cambio de golpe.

Que seas consciente de «algo» no significa que tu cuerpo lo pueda soportar.

Mientras estés despertando a este maravilloso mundo del crecimiento personal deberías estar en modo: flexible… ¿A qué me refiero? 

Aprende de todo lo que te apetezca, pero no te aconsejaría que te quedes con lo primero que te hace sentir confortable. Quizás no seas consciente de toda tu estructura de caracter y no sabes si esas nuevas corrientes espirituales están azucarando a tu EGO.

No tengas prisa en decidirte, la verdadera espiritualidad comienza cuando te das cuenta que nunca lo sabrás todo porque el camino espiritual es un sendero para toda la vida

Por lo tanto rehúye de todo aquello que te diga que es la VERDAD y que no te haga pensar por ti mismo. Nadie debería temer decir lo que piensa o  a cuestionar a los seres de sus creencias.

Ser solvente e independiente es la clave.

Con un profundo autoanálisis podremos saber en qué partes de nuestra vida estamos siendo ambivalentes:

 ¿Qué haces, dices o piensas cuando nadie te ve?

¿Ayudo a los demás a despertar y ser felices pero yo odio este mundo y me quiero ir? ¿Vendo cursos de “Cómo hacerte rico” y luego tras bambalinas intento aprovecharme y no pagar los servicios de algún proveedor?

¿Soy un Psicólogo emocional pero luego me irrito con los trabajadores de mi equipo porque no hacen las cosas como yo quiero?

¿Me siento muy espiritual y conectado con el universo pero voy a una cena familiar y mi padre me saca  de mis casillas a la primera crítica sobre mi modo de vida?

Otro error bastante común es intentar adoctrinar a cuanta persona tengas delante. No solo estás incomodándolos si no que estás haciéndoles sentir que son inferiores a ti de algún modo. 

Con el tiempo estas personas te dejarán de hablar o terminarás rechazándolos por no querer ver “tu realidad”. 

Hay que ser respetuosos con el proceso natural de despertar que cada cognitivo tiene.

Se enseña más siendo ejemplo que dando sermones.

Nadie despierta por obligación. Cuando tus seres queridos te vean tranquilo, estable y emitiendo una alta frecuencia quizás te pregunten qué has hecho para conseguirlo o quizás no…  Mientras eso suceda quédate cerca de ellos  y ámalos tal cual son. Eso es lo único que  necesitan.

Este error sería muy común en personas con alta energía femenina (hombres o mujeres) 

Sucede que ciertas corrientes espirituales ven como negativa a la energía Yang o masculina. Amansan tanto al Ego de la persona que luego es incapaz de tomar una decisión coherente con su realidad concreta. Se obsesiona en no intervenir en nada de lo que pasa en su vida porque tiene la falsa creencia de que se arreglará por sí solo. O está tan acostumbrada a negar el sufrimiento o el dolor – como mecanismo de defensa ante la dura realidad que le toca vivir– que no es capaz por sí sola de ver que está llevándola al desastre.

Se puede localizar este error  cuando pronuncias demasiadas veces: Hay que fluir; El universo sabe; El cosmos me dará lo que necesite; Lo que me envían es lo bueno para mí, etc…

Hay una gran diferencia entre <<crear tu realidad >>y <<esperar una realidad>> a  expensas de lo que el Ser de tus creencias disponga para ti.

No hay nada de malo en desear una mejor vida y trabajar poco a poco para conseguirla. El mejor avance es cuando combinas ambas energías (Yin y Yang)

La ayuda aparecerá cuando tú te muevas a buscar eso que tanto deseas. 

Y no hay nada de malo en lo material o en el dinero porque mientras vivamos en este mundo necesitamos intercambiar valor (sea dinero, o sea tiempo)

¿Quieres que te ayude en tu proceso de crecimiento personal?

Solicita una sesión de coaching con Inma Sharii: inma@trigonelight.es

avatar
About Author

Escritora, pintora y coach

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *